Vitamina K para recién nacidos durante el periodo de lactancia
Resumen

La leche materna contiene casi todos los nutrientes que el bebé necesita para crecer. Sólo las vitaminas K y D no están presentes en cantidades suficientes. Los bebés necesitan vitamina K para la coagulación de la sangre y vitamina D para el correcto desarrollo de los huesos.
Summary
La vitamina K en la lactancia
¿Hasta cuándo es aconsejable dar vitamina K a los recién nacidos? Si tu bebé se alimenta con leche materna de forma exclusiva, el consejo de la comunidad médica es que se le dé un suplemento de vitamina K durante al menos las primeras 13 semanas de vida. La vitamina K en los recién nacidos es importante para la coagulación de la sangre y, si el nivel es demasiado bajo, pueden producirse hemorragias. Los recién nacidos tienen una carencia fisiológica de vitamina K porque esta vitamina no puede atravesar la placenta.
Vitamina K en recién nacidos: dosis
Por ello, a los recién nacidos se les administra siempre 1 miligramo de vitamina K nada más nacer. Sin embargo, no es cierto -como se suele leer- que la leche materna no contenga vitamina K. El calostro tiene una gran cantidad de vitamina K y la leche materna madura también la contiene.
¿Dónde se encuentra la vitamina K de forma natural?
En gran medida, la producen las bacterias del intestino, a partir de los tres meses de edad aproximadamente. En la mayoría de los casos, estas cantidades no son suficientes, por lo que es necesario complementarla a través de la dieta. Las verduras de hoja verde, pero también la leche y los productos lácteos, la carne, los huevos, los cereales, además de las verduras en general y la fruta, contienen vitamina K.
Con la lactancia, el bebé necesita 150 microgramos adicionales de vitamina K cada día hasta el tercer mes inclusive.
Vitamina K en recién nacidos: efectos secundarios
Un exceso de vitamina K no es perjudicial, pero siempre es importante no actuar por cuenta propia y administrar suplementos a los hijos sin el consejo de un pediatra y, sobre todo, sin no existe una carencia real.
La vitamina D en la lactancia
La vitamina D tampoco está presente en cantidades adecuadas en la leche materna. Por tanto, desde la primera semana de vida, el recién nacido también necesita un suplemento de vitamina D. La vitamina D ayuda al organismo a absorber el calcio en los huesos, de este modo, el bebé construye un esqueleto fuerte y robusto.
Vitamina D en recién nacidos: dosis
Hasta el primer año, se recomienda un suplemento de 10 microgramos de vitamina D al día. La dosis debe acordarse siempre con el pediatra.
Los bebés alimentados con biberón con más de medio litro no necesitan suplemento ya que todas las vitaminas y minerales se han añadido a la fórmula para el biberón en las cantidades correctas.
Vitamina D en recién nacidos: efectos secundarios
Si se sobrepasa la dosis recomendada de suplemento a través de medicación, puede producirse una hipervitaminosis (exceso de vitamina D). No se conocen casos de hipervitaminosis causados por una exposición excesiva al sol o una ingesta excesiva de alimentos que contengan vitamina D. ¿Cuáles son los síntomas? Aumento de la calcemia (concentración de calcio en la sangre), náuseas, vómitos, diarrea y, si el problema persiste, daño renal o cardíaco.
La vitamina K y la vitamina D pueden adquirirse como complementos alimenticios [PC1] en las farmacias, siempre con la supervisión del pediatra.