Veamos cómo podemos asegurarnos de comprar una cuna de bebé segura.
Resumen

La cuna del bebé tiene que ser cálida, acogedora y, sobre todo, segura, por eso es conveniente tener en cuenta algunos consejos a la hora de comprar la cuna y el colchón. Después de todo, la seguridad del pequeño es nuestra prioridad absoluta.
Summary
Cuna para bebé: ¿cuál elegir?
Un recién nacido puede dormir tanto en cuna como en un moisés: por lo general, en un moisés, un cuco o un capazo de viaje estará bienprotegido de las corrientes de aire, pero habrá que pasar a la cuna cuando estas opciones se le queden pequeñas.
Es necesario fijarse en la distancia que hay entre las barras de la cuna.
Resulta importante elegir un modelo con un mínimo de 4,5 cm y un máximo de 6,5 cm de distancia entre las barras. Si hay más distancia, el niño podrá pasar entre ellas, y si hay menos, se le podrían quedar atrapados los brazos. Es conveniente asegurarse de que las barras llegan hasta el final, ya que el niño podría caminar hasta la mitad de la cuna, trepar por la parte semicerrada y caerse.
Lo mejor es utilizar una cuna para bebé con base regulable: permite dejar al bebé en la cuna sin despertarlo, regulando la altura del colchón, y poder cogerlo con más facilidad. La base podrá bajarse cuando el niño aprenda a ponerse de pie y a trepar.
¿Un colchón seguro? ¡Cuidado con estos factores!
El niño pasa mucho tiempo en la cuna, por eso es importante que el colchón sea de buena calidad y seguro. Para ello, hay que prestar atención a las siguientes cuestiones a la hora de comprar el colchón:
El colchón tiene que ser plano y firme
De lo contrario, si el bebé se diera la vuelta, la carita podría hundirse contra el colchón y correr el riesgo de asfixiarse.
Además, el colchón debe adaptarse bien a la cuna o al moisés
El colchón tiene que poder ponerse fácilmente y no puede haber ningún espacio que lo separe de la cuna. De lo contrario, el niño podría quedar atrapado entre el colchón y la estructura de la cuna.
El colchón debe ser suficientemente grueso
Los colchones delgados se doblan fácilmente, por lo que el niño se puede deslizar por debajo y asfixiarse. No hay que envolverlos en plástico, ya que este material retine el calor, impide la ventilación y aumenta el riesgo de asfixia.