Sábanas de cuna para el bebé: cómo elegir las más adecuadas
Resumen

¿Qué tipo de ropa de cuna elegir?
A la hora de preparar la cunita, siempre es mejor utilizar una manta y dejar el edredón para cuando el niño tenga dos años o más. Dado que este actúa como aislante, el calor podría acumularse, lo que aumentaría el riesgo del llamado «síndrome de muerte súbita del lactante» (SIDS, por sus siglas en inglés). Las mantas pueden ser de algodón, de lana o de materiales sintéticos: siempre que no cubran al bebé por completo y que las sábanas de la cuna estén bien extendidas, el tejido dará igual. Además, hay que tener presente que las mantas sintéticas mantienen el calor tanto como las de lana o algodón.
Para saber si son lo suficientemente cálidas, es útil tener en cuenta la temperatura de la habitación donde duerme el niño, así como el grosor de la manta. Y aquí va una regla básica que siempre nos va a ayudar: cuanto más gordita sea la manta, mejor mantendrá el calor. Fácil, ¿verdad?
Summary
¿Cuál es el juego de cuna más seguro para el bebé?
Utilizar una manta y una sábana para la camita o la cuna garantizará una buena ventilación y nos dará la posibilidad de tapar al bebé hasta donde queramos. Para que el niño no se mueva y acabe tapado por completo, podemos meter la manta por los lados. Por lo general, no será necesario añadir una segunda manta. Por otra parte, también existe la posibilidad de meter una manta en una funda nórdica, que deberá tener el mismo tamaño. La funda nórdica debe ser lo suficientemente grande y tener al menos 10 cm adicionales en la parte inferior y en los lados para poder meterla por debajo del colchón.
Consejo: Hay que asegurarse siempre de que la funda nórdica esté bien cerrada y de que la manta no se doble por dentro.
Meter bien las sábanas y la manta al preparar la cuna
Es importante comprobar que el niño no sienta demasiado calor: la temperatura ambiente recomendada es de entre 16 y 18 °C. Para ello, la manta no tiene que taparlo del todo, sino que basta con que le llegue hasta los hombros y deje la cabeza descubierta.
Además, es mejor no doblar la ropa de cama sobre el bebé y no utilizar un reductor de cuna, ya que el niño podría apoyarse bocabajo y tener dificultades para respirar. Por último, no se recomienda vestirlo con prendas demasiado abrigadas que aumenten la probabilidad de que el calor se acumule.
Saco de dormir para bebés: ¿qué debemos tener en cuenta al usarlo?
A diferencia de un juego de cuna, la gran ventaja de usar un saco de dormir es que el bebé no puede deslizarse debajo de la manta. Además, así le resultará más complicado darse la vuelta, por lo que tendrá más dificultades para levantarse y trepar por la camita.
Aquí te dejamos algunos consejos para comprar un saco de dormir para bebés:
- Debe ser del tamaño correcto, ya que hay tanto sacos para recién nacidos como para niños más mayores.
- Las sisas y el cuello no deben ser demasiado grandes para que el bebé no pueda moverse dentro del saco.
- Es importante que se cierre con cremallera y no con botones, y que el cierre no esté en el cuello, sino en la parte inferior de las piernas.
- Las costuras deben ser de algodón porque las de nailon, cuando se sueltan, pueden pincharle los dedos al bebé.
- Hay sacos de dormir de todo tipo (rellenos o no, con o sin mangas, acolchados o polares). Si al final nos decantamos por esta opción, rara vez necesitaremos tapar al niño con una manta, ya que, si la usamos, podría acumularse demasiado calor.