Hierro bajo en el embarazo: ¿cómo prevenirlo?
Resumen

La falta de hierro en el embarazo es una característica que puede desarrollarse con bastante rapidez. La causa principal se encuentra en la placenta: el feto necesita hierro para producir más sangre y lo extrae del cuerpo de la madre. Pero esta, inevitablemente, lo necesita en mayor medida. La buena noticia es que existen precauciones y trucos muy útiles para mantener los valores de hierro bajo control durante el embarazo.
Summary
Alimentos ricos en hierro para comer durante el embarazo
La primera precaución es comer alimentos ricos en hierro desde el inicio del embarazo: la carne, los cereales integrales, las legumbres y las verduras de hoja verde lo contienen en grandes cantidades y, por tanto, deben consumirse con regularidad. Además, la vitamina C favorece la absorción del hierro, por lo que es recomendable tomar frutas y verduras frescas que la contengan en cada comida.
Suplementos de hierro durante el embarazo
En caso de tener el hierro muy bajo en el embarazo, el ginecólogo o el médico pueden prescribir suplementos. Es importante revisar constantemente los niveles, porque el hierro bajo en el embarazo puede causar anemia y que el bebé tenga un peso más bajo de lo normal al nacer.
Ángela, abuela desde hace un mes: «Mi hija tuvo el hierro bajo en el embarazo durante los nueve meses completos. Tenía los niveles de hierro un poco bajos, pero pudo solucionar el problema con una dieta adecuada y un suplemento regular de hierro durante el embarazo».
Hierro en el embarazo: valores y pruebas útiles
Para comprobar si hay un déficit de hierro durante el embarazo, se realizan dos análisis de sangre: el primero durante o inmediatamente después de la primera visita al ginecólogo, y el segundo a las 30 semanas de embarazo. Si existe riesgo de padecer niveles bajos de hierro o anemia, se comprobarán los valores con más frecuencia.
¿Cuáles son los síntomas de lafalta de hierro en el embarazo?
Estos son los principales síntomas de la falta de hierro durante el embarazo:
- Agotamiento.
- Sensación de debilidad.
- Mareos.
- Dificultad para respirar.
- Ritmo cardíaco irregular.
- Dificultad para concentrarse.
- Dolor en el pecho.
- Palidez.
- Pies y manos fríos.
Estos síntomas de tener el hierro bajo durante el embarazo también pueden atribuirse a otros problemas; por lo tanto, no se deben necesariamente a una deficiencia de hierro. No obstante, siempre es mejor contactar con el ginecólogo o médico de cabecera y solicitar un análisis para comprobar los valores de hierro durante el embarazo y mantenerlos siempre constantes.