Dolor pélvico durante el embarazo: síntomas y cómo aliviarlo
Resumen

Durante el embarazo, los ligamentos y cartílagos se vuelven más flexibles por la influencia de las hormonas: es así como el cuerpo de la futura madre se prepara para el parto. El área alrededor de la pelvis también se vuelve más flexible, para darle al bebé el suficiente espacio para salir. Los ligamentos van ganando elasticidad, haciendo que las articulaciones se aflojen un poco y, si los músculos no se adaptan adecuadamente a esta nueva situación, se puede sufrir dolor pélvico o inestabilidad pélvica.
Summary
- ¿Cómo se manifiesta el dolor pélvico durante el embarazo?
- ¿Cuáles son los síntomas más habituales del dolor pélvico o la inestabilidad pélvica?
- Embarazo con dolor pélvico e inestabilidad pélvica: ¿cuál es la diferencia?
- ¿Cuáles son las partes del cuerpo donde se presenta el dolor pélvico durante el embarazo?
- Dolor pélvico e inestabilidad pélvica: curas y tratamientos
- ¿Cuáles son las terapias que pueden aliviar lasmolestias de la pelvis?
- El dolor pélvico al final del embarazo y después del parto
¿Cómo se manifiesta el dolor pélvico durante el embarazo?
Alrededor de la semana 20 del primer embarazo es posible que aparezcan molestias pélvicas y los síntomas pueden empeorar a medida que avanzan los meses. En embarazos posteriores, el dolor pélvico podría presentarse al principio o, en todo caso, antes de la semana 20, porque la pelvis se relaja antes a causa de los embarazos previos.
Los síntomas se manifiestan cuando los ligamentos sufren una mayor carga y comienzan a irritarse o inflamarse, mientras que los músculos no responden de manera correcta a la hora de proporcionar estabilidad a la espalda y a la pelvis.
¿Cuáles son los síntomas más habituales del dolor pélvico o la inestabilidad pélvica?
Estos son algunos de los síntomas más comunes del dolor pélvico:
- lumbalgia, que a veces se transmite a una o ambas piernas;
- dolor alrededor del hueso púbico;
- dolor al estar sentada durante mucho tiempo;
- sensación de dolor o cansancio en la zona lumbar.
Embarazo con dolor pélvico e inestabilidad pélvica: ¿cuál es la diferencia?
Con la inestabilidad pélvica, los dolores son incluso más severos que con el dolor pélvico. Los huesos púbicos están muy sueltos y existe la sensación de que la conexión entre ellos ha desaparecido por completo. El cansancio aparece mucho más rápido de lo habitual y no se puede permanecer de pie, sentarse o acostarse en la misma posición durante mucho tiempo.
Es posible que se sienta dolor al levantarse de una silla o al comenzar a caminar después de permanecer de pie un cierto tiempo. Además, a menudo se necesita más tiempo para recuperarse de un día ajetreado: una hora de compras, por ejemplo, es garantía de que al día siguiente se sentirán molestias y se necesitará descansar.
¿Cuáles son las partes del cuerpo donde se presenta el dolor pélvico durante el embarazo?
El dolor pélvico se siente en las siguientes partes del cuerpo:
- sobre o alrededor del hueso púbico;
- en las caderas;
- en la zona lumbar;
- en la ingle o el abdomen;
- a los lados o en la parte posterior de los muslos;
- alrededor del hueso sacro.
Dolor pélvico e inestabilidad pélvica: curas y tratamientos
No existe ningún tratamiento o medicamento para el dolor o la inestabilidad pélvica.
Lo más importante es que el cuerpo recupere el equilibrio: es recomendable consultar a un fisioterapeuta con experiencia en rehabilitación del suelo pélvico para que elabore un plan de ejercicios eficaz dirigido a fortalecer los músculos que rodean la pelvis. También es buena idea participar en un curso preparto específico sobre las molestias de la pelvis.
¿Cuáles son las terapias que pueden aliviar lasmolestias de la pelvis?
Las terapias Mensendieck o César están dirigidas a mejorar la funcionalidad de la pelvis, de modo que los trastornos pélvicos puedan reducirse de manera sustancial. Las futuras madres, no obstante, pueden actuar por su cuenta, prestando atención a cómo se mueven y reduciendo las molestias con ejercicios para volver a sostener la pelvis de manera correcta.
De pie
Hay que asegurarse de que el peso se distribuya uniformemente en ambas piernas y de que los pies estén ligeramente girados hacia afuera.
Sentadas
Sedersi con la schiena dritta e in modo simmetrico, posizionando i piedi appena sotto il ginocchio.
Tumbadas
Tumbarse de costado con las piernas dobladas y una almohada (de lactancia) puesta en medio.
Al caminar
Caminar con pasos pequeños y no demasiado largos, evitando recorrer distancias excesivas.
Escaleras
Hay que evitar subir escaleras tanto como sea posible. Si no hay otra alternativa, se debe utilizar siempre el pasamanos.
Levantar pesos y agacharse
Hay que evitar levantar pesos y agacharse: si no hay otra alternativa, se deben doblar las rodillas y levantar el peso manteniendo la espalda recta.
Acostarse
Lo mejor es sentarse en el borde de la cama antes de acostarse.
Levantarse de la cama
Primero es necesario colocarse de lado, sacar las piernas de la cama y empujarse con los brazos hasta llegar a la posición sentada.
Darse la vuelta en la cama
Hay que favorecer que exista la menor resistencia posible al moverse en la cama, usando sábanas y pijamas suaves: de esa manera, no se necesitará mucha fuerza para darse la vuelta.
Montar en bicicleta
Pedalear suele ser menos agotador que caminar, pero es importante asegurarse de que el sillín esté bajo, para mover más las piernas y menos la pelvis.
Conducir
Hay que tener mucho cuidado al conducir: los movimientos rápidos, como una frenada brusca, pueden ser dolorosos y peligrosos.
Relaciones sexuales
Se debe elegir una posición en la que el peso se apoye lo menos posible sobre la pelvis y las piernas.
Las posiciones menos molestas son acostada de lado o apoyada solo sobre las manos y las rodillas.
El dolor pélvico al final del embarazo y después del parto
Después del parto, el malestar pélvico generalmente no desaparece de inmediato. La recuperación completa de la pelvis puede tardar de seis meses a un año, y solo en casos raros no desaparece por completo. La inestabilidad pélvica puede aparecer también después del embarazo, puesto que los ligamentos, que ya se estiraron durante el mismo, a menudo sufren una tensión adicional durante el parto: esto ocurre especialmente si el bebé se presenta de nalgas.