Consejos para el parto: ¿cómo sobrellevar el dolor?
Resumen

No es ningún secreto que dar a luz es un proceso doloroso. Pero ¿de dónde viene exactamente todo ese dolor? ¿Y cómo se puede sobrellevar durante el trabajo de parto? Todas las futuras mamás buscan consejos para afrontar el parto. En este artículo hemos recopilado una serie de respuestas y recomendaciones para vivir ese momento de la mejor forma posible.
Summary
El dolor del parto: causas y funciones
Cuando los nervios están sometidos a presión, transmiten estímulos dolorosos al cerebro, y eso, es exactamente lo que sucede en los nervios que se encuentran alrededor del cuello uterino durante las contracciones. El tejido del cuello uterino se estira considerablemente con el parto, lo que provoca un dolor que va aumentando a medida que las contracciones se vuelven más seguidas e intensas y la dilatación llega a varios centímetros.
El dolor que se siente en el parto también se debe a la presión que ejerce la pared abdominal sobre el útero durante las contracciones. Además, surge por la falta de oxígeno en los vasos sanguíneos cuando estos están sobrecargados.
El dolor también puede deberse a otras causas; por ejemplo, si el bebé viene de nalgas, puede hacer presión contra la columna vertebral y provocar dolor de espalda. Asimismo, cuando la mujer está agotada porque el parto se está prolongando, el dolor puede volverse más intenso.
¿Qué función tiene el dolor en el parto?
El dolor tiene una función muy clara; por ejemplo, si nos hacemos un corte en un dedo, el dolor provoca automáticamente una reacción que nos incita a actuar, y el cuerpo reacciona moviéndose y emitiendo sonidos.
Y el proceso es el mismo en el parto. Esto no quiere decir que hecho de soportar dolor sea una condición indispensable para dar a luz, sino que tener contracciones dolorosas durante el trabajo de parto es normal y habitual. Confiar en su cuerpo y en cómo funciona puede ayudar a las futuras mamás a sobrellevar el dolor, especialmente cuando las contracciones se vuelven más intensas.
La función de las endorfinas, la oxitocina y las contracciones cuando se acerca el parto
Los primeros signos de dolor avisan de que ha llegado la hora de buscar un lugar seguro y acogedor para dar a luz. Se trata de un instinto casi animal que es necesario para concentrarse por completo en el parto. Por extraño que parezca, el dolor también resulta útil, ya que contribuye a que el cuerpo produzca un analgésico natural (las endorfinas) y hace que el útero sea más receptivo a la oxitocina, la hormona que estimula las contracciones.
Por lo tanto, el dolor tiene la función de intensificar las contracciones con el objetivo de que el bebé venga al mundo de la forma más rápida y segura posible. Durante el parto, la oxitocina y las endorfinas llegan al bebé a través de la placenta y, una vez que nace, actúan como hormonas de apego.
¿Qué función tienen las contracciones?
Las contracciones nos ayudan a comprender lo que está pasando, es decir, que el trabajo de parto ha comenzado.
Esto ocurre con la contracción de los músculos largos que dilatan el cuello uterino; si en un punto específico del cuerpo la sensibilidad se agudiza, el dolor se vuelve un poco más tolerable. No se trata únicamente de una cuestión de sufrimiento: el cuerpo está esforzándose mucho para dar a luz al bebé.
Con la aparición de dolores agudos en la zona baja del vientre, las contracciones indican que el embarazo ha llegado a un punto específico. En este momento, la futura mamá se debe concentrar para intentar que sean lo más llevaderas posible a través de técnicas de respiración y relajación, movimientos e incluso gemidos. Si en un punto concreto la mujer se nota muy sensible, suele ser una señal de que el parto está llegando a su fin.
El dolor de las contracciones incita a la embarazada a realizar movimientos, por ejemplo, a balancear las caderas, ya que esto la ayuda a relajarse y contribuye a que el bebé se coloque en la posición correcta.
Un consejo para afrontar el parto: ¡no resistirse al dolor!
Cuanto más se resiste la mujer al dolor, más adrenalina libera su cuerpo, lo que impide la dilatación y la producción de endorfinas, que alivian el dolor. Hay que imaginar que el dolor tiene un principio y un fin, y pensar que, una vez que nace el bebé, este dolor desaparece. La futura mamá puede aprender a relajarse controlando su respiración, a través de, por ejemplo, un curso, ya que concentrándose en ella conseguirá que el cuerpo esté lo más relajado posible.
11 útiles consejos para el parto
La relajación y la aceptación son los mejores trucos para sentir el menor dolor posible. El cuerpo de una mujer tiene todo lo necesario para dar a luz a un bebé de manera segura, y es que la compleja interacción que tiene lugar entre las hormonas, los músculos, los órganos y el bebé es lo que desencadena el parto. Por lo tanto, es importantísimo relajarse todo lo posible.
¿Cómo? Siguiendo estos consejos, que pueden ser de gran ayuda para afrontar el parto.
- Dejarse llevar por el dolor sin resistirse.
- Como sabemos que las contracciones duran un minuto y que darán paso a unos instantes de descanso, resulta muy útil ir contando los segundos. Cada contracción acerca a la mujer al momento del parto.
- Si lo necesita, la futura mamá puede gritar y, si le da vergüenza, siempre tiene la opción de amortiguar el sonido con una almohada.
- El útero es un músculo que debe abrirse y, cuanto más relajado esté, más fácil le resultará llevar a cabo su cometido.
- Al comienzo del trabajo de parto, es recomendable que la mujer se mantenga en movimiento y de pie todo lo que pueda, ya que la gravedad puede resultar de ayuda. Por eso, lo ideal es buscar una posición que le permita gestionar las contracciones de la mejor forma posible.
- Si es posible, es recomendable distraerse con música, velas aromáticas o la televisión.
- Hay que asegurarse de que la futura mamá no tenga frío. Para ello, es útil que lleve calcetines gruesos y es importante comprobar que la temperatura de la habitación sea adecuada.
- La atmósfera debe transmitir tranquilidad, la luz debe ser suave y todas las personas que estén acompañando a la mamá deben asegurarse de que se sienta a gusto.
- Puede ser buena idea hacerle masajes, sobre todo si nota contracciones fuertes en la espalda. Además, su pareja o acompañante puede apretar con fuerza en los lugares donde note más dolor (por lo general, en la zona que está justo por encima del coxis). En caso de que sienta espasmos en las piernas, masajear los músculos puede resultar agradable.
- A la mayoría de las mujeres las ayuda darse una ducha o un baño caliente: pueden sentarse en un taburete en la ducha y aplicar el chorro de agua en la zona más dolorida. Si quiere darse un baño, lo mejor es que se tumbe en la bañera al menos durante algunas contracciones para garantizar la máxima relajación. Pero incluso una simple bolsa de agua caliente puede marcar una gran diferencia.
- Se puede elegir entre un parto con analgésicos o sin ellos. Es importante informarse bien sobre este tema para tener claro qué opciones hay, y cuáles son las ventajas y las desventajas.
¿Necesitas más consejos para afrontar el parto?
En ese caso, te recomendamos que hables con una doula o coach para el parto. ¿Y qué es exactamente una doula? Una asesora que ofrece un valioso apoyo a la futura mamá y a su pareja, tanto durante el embarazo como en el periodo próximo al parto. No obstante, hay que tener en cuenta que a esta figura no se la considera un profesional sanitario.