Alergias en bebés: todo lo que debes saber
Resumen

Gracias a la acción de los sistemas de defensa fisiológicos, presentes tanto en adultos como en niños, el organismo se protege de bacterias, virus y otras sustancias nocivas. Por tanto, un funcionamiento óptimo del sistema inmunitario es fundamental para sentirse bien: si todo va como debe, las sustancias nocivas que entran en contacto con nosotros quedan bloqueadas. Pero ¿qué sucede cuando nuestro cuerpo reacciona incorrectamente a sustancias inofensivas?
Summary
Alergias en niños y bebés: ¿cuándo hablamos de ello?
En algunos niños, el sistema inmunitario también combate a sustancias que no son nada dañinas: en este caso hablamos de alergia.
Por tanto, podemos definir la alergia como una reacción incorrecta del sistema inmunitario frente a sustancias no nocivas. En caso de alergia, el cuerpo piensa que las sustancias que bloquea son dañinas, cuando en realidad no lo son. Las sustancias a las que el sistema inmunitario reacciona sin motivo alguno se denominan alérgenos.
¿Cuáles son los alérgenos más comunes? Los más conocidos son las proteínas, el polen (granos de polen) y los ácaros del polvo.
Alergias en niños y bebés: ¿pueden desaparecer solas?
Es muy probable que un niño que desarrolla una alergia a una edad temprana nunca vuelva a sufrirla. Algunos estudios confirman que algunas alergias efectivamente pueden pasar por sí solas, pero también hay niños que seguirán siendo alérgicos a una determinada sustancia para siempre o incluso reemplazan una alergia por otra. Por lo tanto, es posible que un niño que fue alérgico a la proteína de la leche de vaca cuando era un bebé, pueda beber leche sin problemas más adelante en su vida, pero que desarrolle rinitis alérgica más adelante. Hay muchas razones para esto, y muy poco se puede hacer para prevenir estos trastornos.
La reaparición o no de una alergia en tu hijo depende tanto de factores genéticos como de la sustancia a la que es alérgico. Varios estudios afirman que algunas alergias desaparecen antes y con más frecuencia que otras. Una alergia a la leche de vaca, por ejemplo, suele pasar antes de que el niño tenga 3 años. Sin embargo, no todas las alergias alimentarias infantiles funcionan de la misma manera.
¿Qué alergias son comunes en los niños? ¿Con qué síntomas se manifiestan?
En los niños, las alergias alimentarias son las más comunes y se presentan con síntomas como calambres, vómitos, diarrea, llanto y problemas en la piel como eccemas. Otras veces, en la delicada piel de los más pequeños se desencadenan reacciones alérgicas cutáneas: en estos casos hablamos de alergia de contacto.
Aquí te dejamos una breve lista de las principales alergias en niños y bebés:
- Alergia alimentaria
Es la alergia más común en los niños.
Si tu hijo tiene una alergia alimentaria, reaccionará de manera alérgica a ciertos alimentos. Esto significa que su sistema inmunológico responde incorrectamente a las proteínas en los alimentos. No en vano, las proteínas se encuentran entre los principales alérgenos de los niños. - Alergia de contacto
Los niños y los bebés también pueden sufrir alergias en la piel: el contacto directo con algunas sustancias puede provocar una reacción alérgica. Los desencadenantes de esta reacción pueden ser los perfumes, conservantes y colorantes presentes en los productos de higiene personal y detergentes. Por eso siempre se recomienda el uso de detergentes y productos sin alcohol ni perfumes, mejor si están indicados desde el nacimiento y son neutros. - Alergia por inhalación
En esta forma de alergia, provocada por sustancias presentes en el aire, el niño se queja de molestias alrededor de los ojos, nariz y oídos. Los pólenes en la hierba o los árboles son los principales culpables. Estos síntomas rara vez ocurren en niños menores de 1 año, pero pueden desarrollarse después del primer año.
Alergias cutáneas en niños, cómo reconocerlas
Las alergias de contacto no son tan comunes durante la infancia como las alergias alimentarias. Si notamos erupciones en la piel, lo más probable será atopia o dermatitis atópica. En estos casos, la piel se vuelve hiperreactiva a algunos estímulos externos, muy similares a los que se dan en las alergias, pero no se trata de una alergia real. No es fácil identificar las causas de estas erupciones, pues en ocasiones se trata simplemente de una predisposición del niño que es sensible a una o varias sustancias del entorno que lo rodea.
Entonces, ¿cómo puedes asegurarte de que es solo una erupción o una reacción alérgica? Pide siempre consejo al pediatra: él podrá decirte qué monitorear.
¿Qué hacer si sospechas que tu hijo tiene alergia?
Si tu pequeño tiene síntomas que podrían derivar en una alergia, contacta a tu pediatra. A veces, se pueden usar pruebas de alergia y análisis de sangre para detectar una alergia. No obstante, por lo general, el médico prefiere no hacer estos análisis de sangre en menores de un año, ya que el resultado, ya sea positivo o negativo, no es completamente fiable.